"hasta en lo temporal...hay un Dios que creo el Universo entero"

miércoles, 6 de octubre de 2010

Oportunidades inmediatas del TLC Perú-EE.UU.

La puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos representa una excelente oportunidad de negocio para las empresas peruanas; pero muy en especial para las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME). Una muestra nos la dan los procesos de desgravación. Así, si pequeños empresarios producen bienes como aceitunas, manjar blanco, hilados, tejidos, confecciones distintas de las prendas de vestir, algodón en fibra, conservas de hortalizas, entre otros, podrán exportar al mercado estadounidense libre de arancel, pues estos productos gozan de desgravación inmediata (categoría de desgravación A). Asimismo, si para su producción requieren maquinaria de Estados Unidos, ésta también vendrá desgravada, con lo que sus costos se reducirán y favorecerán su competitividad.

En el otro extremo, si un pequeño productor se dedica a la confección de ropa o calzados, o si vende llantas, partes o repuestos usados, no debería preocuparse mucho de la competencia estadounidense, pues estas partidas, por ser consideradas sensibles, no están incluidas en el TLC. Del mismo modo, existe un proceso de desgravación diferida para productos agrícolas sensibles como carnes de cerdo y otros cortes de ave (hasta 10 años), maíz, carne bovina y aceites refinados (entre 10 y 12 años), lácteos y arroz (entre 15 y 17 años).

Otra gran oportunidad para las MIPYME peruanas representa el acceso al mercado de compras gubernamentales de Estados Unidos. El TLC ha establecido montos mínimos para poder vender a entidades de gobiernos central y federales (US$ 193,000), entidades de nivel de gobiernos regionales (US$ 526,000), empresas públicas (US$ 250,000) y servicios de construcción (US$ 7,407,000). Se sugiere como estrategia trabajar de manera asociada pora poder llegar a esos montos. Los sectores identificados como de mayor potencial para acceder a este mercado son muebles, textiles, alimentos, urnas, ataúdes, material quirúrgico, así como servicios de consultoría en programas informáticos y procesamiento de datos.


Por: Manuel Tong Koecklin.
Economista UP.
Especialista en Macroeconomía Internacional.
Cooperador del Blog.

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